El costo de la tecnología 

Cuando hablamos de tecnología, lo primero que se nos viene a la cabeza, son computadoras, teléfonos, etc.; pero si nos atenemos a la connotación completa de este término, la tecnología son todas aquellas técnicas que nos permiten hacer mejor nuestras actividades, en muchas áreas diferentes de nuestro entorno.

Costo de la tecnología
Costo de la tecnología

Gracias a ella ya no sucumbimos a enfermedades que en épocas antiguas eran mortales, podemos desplazarnos a lugares lejanos en unas pocas horas, nos comunicamos instantáneamente con personas en diversos sitios del mundo, tenemos a la mano agua potable y energía para satisfacer nuestras necesidades básicas; en fin, tenemos muchos medios que nos han hecho la vida más fácil.

Sin embargo, se podría llegar a afirmar que entre más avanzamos no necesariamente somos más felices.

Siendo la felicidad un término tan subjetivo y momentáneo; la felicidad se convierte en un activo difícil de medir y sopesar para todos.

Hace un tiempo viendo una serie de  Ed Stafford en el conocido canal Discovery Channel, el protagonista se tomaba la tarea de ir a visitar sitios muy remotos, a donde se sentía atraído por fotos satelitales que mostraban condiciones inusuales del terreno. En aquella ocasión tenía que ir a un sitio en una lejana isla del Pacífico asiático, donde se apreciaban unas formas extrañas de color blanco en  disposición de cuadrícula, en una zona inhóspita de la isla.

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Después de recorrer difíciles terrenos, en diversos medios de transporte para llegar  al sitio reportado, Ed se encuentra en un pantano donde habitan unas tribus aborígenes que lo reciben muy amablemente. Luego de solicitar el permiso adecuado para ingresar al lugar, Ed se encuentra que dichas formaciones son islas artificiales creadas por las personas del sitio, tomando lodo y paja del fondo, para formar un pequeño terreno para poder cultivar o vivir, y a la vez permitir el desplazamiento natural del agua del pantano.

Es increíble ver cómo unas personas pueden vivir tan felices con tan poco, en un lugar que para muchos nos parecería imposible e inhóspito. No tienen sino su tecnología milenaria para vivir en tranquilidad y equilibrio con su entorno, no necesitan de las comodidades o bienes materiales para sentirse plenos.

Es ahí realmente donde radica la felicidad, serlo con lo que eres y lo que tienes, sin pensar erróneamente que el camino hacia el bienestar está en tener más dinero y posesiones. La verdadera felicidad se puede lograr cuando nos sintamos en paz con nosotros mismos, cuando amamos  de manera sincera a los que nos rodean, cuando nos ponemos en los zapatos del otro y comprendamos sus razones y sufrimientos.

La tecnología nos facilita la vida, pero no puede ser la razón de nuestra vida, no puede ser el ente disociador de lo mejor que tenemos los seres humanos, que son las relaciones personales, la compasión, la necesidad de protegernos mutuamente y al entorno que nos rodea.

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Tampoco la tecnología puede ser excusa para acabar con nuestro planeta, volviéndonos unos depredadores insaciables, sin siquiera con la disculpa  de satisfacer nuestras necesidades básicas, sino muchas veces sólo para satisfacer nuestro egocentrismo, avaricia y ansias de poder político y económico.

Ya estamos viendo que por más que nos montemos en nuestros falsos castillos de arena, seguimos siendo dependientes de lo básico y sencillo, que si dejamos de lado la importancia de cuidar nuestro mundo, el agua, los animales; de nada servirá  todo lo que hagamos para mejorar nuestro modo de vida, sucumbiremos frente a las leyes de la naturaleza.

Tal vez como especie necesitemos un momento fuerte de crisis para que cambiemos de rumbo, para que nuestra tecnología no crezca en profundo divorcio con el planeta y el uso racional de los recursos naturales.

Tarde o temprano se nos pasará la factura por nuestro derroche y prepotencia, pero como seres pensantes debemos tomar conciencia de que si seguimos este mismo rumbo, nuestro futuro como especie no es  viable a largo plazo, y por eso debemos propender por un cambio individual y personal para darle una oportunidad de vida a nuestro planeta y a nuestra verdadera felicidad.

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